Buenos días, mis queridxs lectorxs.
Recién llego de la UBA
de hacer trámites de mi beca. Me hice un té de arándanos, mi favorito, me puse
los anteojos y me senté a escribir en la computadora.
La semana pasada el
escritor Facundo Soto presentó Plastilina,
su nuevo libro de cuentos y lo invitó a Peter a que abriera el evento. Como no
había mucho espacio y la idea era que tocara un par de canciones enganchadas,
solamente fueron Peter y Leandro. Lógicamente, no me lo perdí por nada en el
mundo. Yo no soy muy fanática de las presentaciones de libros, soy más de las
vernissages de las galerías de la calle Alvear o del Malba, pero se trató de
una ocasión especial.
Me puse una camisa imitación de Versace que conseguí por
Mercado Libre, una minifalda, los stilettos que me regaló Marcelo para mi
cumpleaños y un tapado colorado. Cuando llegué no había nadie, y eso que me
ocupé de llegar después de la hora anunciada, pero acá las cosas siempre
empiezan más tarde. Me quedé en la puerta un rato fumando y escuchando lo que
me gritaban los chicos desde los autos (cómo me divierten), hasta que llegaron
Peter y Leandro en un taxi. Ya estaba empezando a hacer frío, así que entramos
y enseguida empezaron a probar sonido. Al principio la pista no funcionó, algo
que siempre pasa en el universo de Peter Pank, tan a contrapelo del resto del
mundo. Por suerte Leando es joven y entiende mejor que todos nosotros de
tecnología, así que resolvió el problema, pero la gente del lugar avisó que no
se podía probar sonido hasta que no terminara un taller que había arriba. Ni
modo. Hice lo que hubiera hecho cualquier dama, cogí la cartera y me fui a
sentar a la barra. Peter y Leandro se quedaron con unos fans y yo me quedé con
Germán Weissi, Martín Villagarcía, Darío (el amigo fotógrafo de Peter) y un
poeta que no me acuerdo el nombre. Era un nombre bíblico, ahora después le
pregunto a Peter.
De repente escuchamos la voz de Peter anunciando que empezaba
el evento, así que nos fuimos todos para adelante para ver y escuchar bien.
Tocaron un enganchado de “No soy tu novio”, “Quiero ser una chica” y “Vos, tu
novio y yo”. Sonó increíble y comprobamos que el aporte de Leandro es realmente
muy grande. El sonido cambió muchísimo desde que entró él a tocar la guitarra y
de repente todo suena muy contemporáneo. Me da pena que el electropop esté
agonizando de esta manera, ya le llegará su momento de nuevo. En el ínterin
llegó Marcelo que, pobre no podía zafar de un trabajo y se perdió la música.
Después que terminó el mini-recital vino la parte literaria. Un escritor
presentó a Facundo, después leyeron cuentos del libro Mariano Blatt (con quien
me hubiera gustado tener un romance, pero no me salió…) y Martín y cerró
Facundo. La presentación estuvo muy linda. Nos despedimos de todos y nos fuimos
con Peter, Darío y Martín a lo de Marcelo a comer.
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