sábado, 26 de noviembre de 2011

Bienvenidos a Neverland Bizarro

¡Por fin llegó el día! Después de tanto esfuerzo, tantas idas y venidas, tanto taconeo por la ciudad y por el mundo de acá para allá, llegó el día del recital de Peter Pank & Los Chicos Perdidos. Y esta humilde servidora puede asegurarles que va a ser algo memorable. Se van a quedar secos, lacios.
El escenario con la banda
Aunque me pidieron expresamente que mantenga la confidencialidad, yo me debo a mi público y voy a contarles un poco cómo viene la mano. Primero que nada, se van a encontrar con una puesta poco usual para un espectáculo musical. Tiene más que ver con algo del orden de lo teatral, medio como lo que hacían Alice Cooper y David Bowie en los años 70. A la izquierda del escenario, donde están ubicados Peter, Fok, Novella y Aramí, lo que se montó es una casita que va a dialogar dramáticamente con las canciones y las acciones y coreografías de Hernán y Emiliano.
Por otro lado, como ya les conté, el show va a estar dividido en cuatro secciones. La primera es Cuero/Sadomasoquismo: esperen encontrarse con mucho látex, mucha cadena, mucho vicio sobre todo. Después viene la parte Jean/James Dean: volvió el denim, volvieron las camperas de jean y los pantalones agujereados. En tercer lugar, la parte Andrógina: mucho lápiz de labio, medias de red y tacos (varios de esos tacos son míos, unos divinos que me traje de una feria americana marroquí, que le quedaron pintados a Hernán). Por último, viene la parte Disco: glitter, plumas, ¡fiesta! Y una sorpresa al final.
El momento introspectivo del show con
"Usado y rasgado", mi canción
favorita de Neverland Bizarro
Los ensayos de esta semana fueron sumamente divertidos, especialmente cuando armamos los vestuarios para la parte andrógina. Yo no quiero mandar a nadie al frente, pero me parece que dentro de poco voy a dejar de ser la única travesti del equipo. Acá hay chicos con futuro de drag queens. Anoche tuvimos una cena con el productor de la banda, el exquisito Marcelo Tebes. Lamentablemente, Peter no pudo venir porque estuvo ensayando sin parar todos estos días, así que fui sola a su casa. Con Marcelo apenas nos conocimos acá en Buenos Aires antes de mi partida y, aunque estuvimos mucho tiempo los dos en Europa, fueron pocas las veces que coincidimos. Ayer, finalmente, nuestros planetas se alinearon. Me recibió con champagne, queso francés y una caballerosidad que no pude resistir. No recuerdo mucho qué pasó después de la medianoche, pero la sensación de sus sábanas de seda contra mi piel es algo que me va a quedar para toda la vida.
Más allá de que mi opinión peca de subjetiva, puedo asegurarles que estoy más que orgullosa del espectáculo que Peter Pank & Los Chicos Perdidos van a brindar para ustedes esta noche y estoy segura de que cuando lo experimenten se van a sentir igual que yo. Esto es sólo una entrada, una ventana que se abre a NEVERLAND BIZARRO. Es el comienzo de una nueva era, la conquista de un nuevo universo, donde somos libres y, sobre todo, responsables de esa libertad.  

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